Hace ya 4 años desde que mi Fox se fue. Un 7 de octubre del año 2016.
Fox llegó a mi vida en el año 2005, le adoptamos con 1 o 2 añitos y se portó tan bien en casa aunque en la calle no era lo mismo. Tenia su carácter como buen Fox terrier que era.
He pasado muchísimos momentos buenos junto a él y pocos muy malos, sobretodo al final de su recorrido conmigo.
Fox ha enamorado a cada persona que conocía, a mis amigas les encantaba y es que era un perro precioso, bueno, un poco gruñón pero se hacia querer.
Estuvo en algunos momentos tensos de mi adolescencia y tengo que confesar que me ayudó tanto a superar esos baches que te pone la vida que aún no se como agradecerle todo lo que ha hecho por mí. Lo único que pude hacer para que permaneciera conmigo fue tatuarme su huella.
Yo soy de las que creen que hay un sitio especial para los animales allá en el cielo y se que me estará viendo.
Fox ha sido y será siempre mi mejor amigo. Le echo tanto de menos pero se que estará conmigo allá donde vaya. De hecho mi madre y yo hemos ido echando un poco de sus cenizas en nuestros viajes.
Le quiero dedicar este breve pensamiento a mi querido Fox.
“Cuando amas a alguien, permanece dentro de tu corazón para siempre”
Hermano oso 🐻