En el primer post de nuestro Edimburgo en cementerios os presenté las primeras tumbas que os encontraréis en cuanto entréis en este maravilloso lugar de descanso de almas escocesas, ya sean atormentadas..o no. Seguimos nuestra visita, y tomaremos el caminito que se estrecha , dejando a un lado la lápida de nuestro pintor y el gran Hume. Tomando prestado el giratiempo de Hermiones, retrocederemos unos años atrás, en mi primeras visitas a mi ciudad, durante un tour fantasmal, recorriendo este cementerio. El grupo con el que iba se alejó , yo me quedé merodeando entre unas cruces celtas , a las que adoro, y me tomaron unas fotos. Era de noche, con un tiempo típico escocés, frío y una ligera lluvia cayendo de lado, como diría William Wallace, y en Calton sientes que estás en otro mundo, de silencio, como en una burbuja, viendo a lo lejos las luces y los ruidos de la ciudad, estas sumergido en una nube de otro tiempo… Detrás de estas cruces hay una torre de vigilancia, ya que en otros tiempos se robaban los cadáveres para venderlos a la universidad de Edimburgo, para su estudio , y otro edificio que se recorta en el cielo, que fue cárcel y hospital de leprosos, y tenemos que recordar que esta colina fue lugar de ejecuciones y ahorcamientos.
Así que no es de extrañar lo que os voy a contar. Repasando las fotos a los pies de la céltica, me quedé completamente asombrada al ver mi foto (aparte de la cara de frío, jeje). La podéis ver, una ligera bruma, como un hinkypunk sin farol, que sale de la cruz celta hasta mi… Deciros que le enseñe la fotografía a mi guía, las miró, se sacudió con un escalofrío y me dijo .- «he visto mas veces cosas como éstas , si, tienes un fantasma..» .¡Imaginad lo que yo sentí! Mis nervios saltaron, estaba completamente alucinada, y acabé el tour con una sensación maravillosa. No sentí miedo, al contrario, sentía esa sensación de euforia, alegría, ese ser me había elegido, y tengo la sensación de que me acompaña desde entonces.
Mi querido cementerio Old Calton siempre me depara sorpresas, y ésta fue una de ellas. Siempre que voy a Edimburgo lo visito, always, y es un sitio muy especial para mi. Tengo mas historias en este precios lugar, y mas historias que contaros sobre él, pero eso será en otro momento. Y no temáis a los muertos, es a los vivos a los que tenéis que temer.
Y acabo con una frase del gran Dumbledore, siempre hay una precisa para cada momento.
«Es el miedo a lo desconocido lo que tememos cuando miramos a la muerte y a la oscuridad, nada más.»