Nuestro siguiente destino fue Haridwar, lugar santo para los hinduístas. Como buena bruja, su leyenda me atrapó porque evoca la nuestra, la de nuestro mundo mágico. Cada doce años se celebra en esta localidad el Kumbh Mela, un ritual en el que debes sumergirte en las aguas del Ganges y quedaras absuelto de tus pecados, tú y tus 88 generaciones precedentes….para pensarselo, no? Cuenta la leyenda que los dioses y los demonios se aliaron para crear el amrita, el néctar de la inmortalidad. Una vez conseguido, el cántaro que lo contenía fue robado por los demonios, lo que provocó una batalla divina que duró doce y dias y doce noches, el equivalente a doce años humanos. Durante la batalla cayeron gotas de amrita en cuatro lugares, Allahabad, Ujjain, Nasik y mi querida Haridwar.

Nosotros no estuvimos durante esta festividad, pero si honramos a la diosa Ganga durante el Aarti, y nos sumergimos en las maravillosas aguas del río. La ciudad siempre vibra en las orillas, donde se unen sadhus, mujeres, niños, yoguis, en la ceremonia diaria. Realmente sientes que algún tipo de energía que sólo se siente en la India te llega.

Paseamos por la orilla del río haciéndonos fotos con las familias, los jóvenes, y disfrutando de su modo de vida. Como todo en India, fué un batido de sensaciones, porque antes de llegar a los Gaths, pasas por la ciudad y extensiones de tierra donde ves a cientos de seres acampados, viviendo como pueden, entre chozas, maleza, basura, animales y tierra, sobre la tierra…

Contrasta esta visión con la que luego disfrutas durante el Aarti, donde solo ves sonrisas vibrantes, manos unidas en el namaste, cánticos y mantras, deseos devotos, plegarias a Shiva, Visnu, Brhama o Krishna, peticiones en forma de flores e incienso a la diosa, barquitos de deseos que flotan en las aguas revueltas que la diosa agita y escoge a que alma concederá sus deseos…

En las orillas hay pequeñas imágenes de los dioses sumergidas, y al final del horizonte, el gran Shiva se erige sobre las aguas, grandioso, el dios azul, enigmático y precioso, velando la tierra con su poderoso tridente.

La magia no acaba, hay magia…solo los magos sabemos donde hallarla…..

» La felicidad se puede encontrar incluso en los momentos más oscuros, siempre que seamos capaces de usar bien la luz. «

Cissy siguió su viaje, en la tierra de Parvati..