En la India ocurre una paradoja para nosotros, los occidentales, y nuestro concepto y visión con los animales. Allí verás a las maravillosas vacas sagradas, respetadas por religión , pero también a multitud de animales que viven en libertad y no sufren maltrato, solo respeto o indiferencia.

En mi viaje a India no pude resistirme a fotografiar perros…. hay multitud, por todos lados, perros tumbados en los sitios mas insospechados, perros a los que tenían que esquivar los tuktuk y motos, perros de mirada ausente, perros que asisten a los muertos en su último paso por esta tierra en la ciudad de los muertos de Varanasi, perros que acompañan a los que no tienen nada y duermen en las calles, como su única compañía, que no pide nada, sólo un poco de cariño o una mirada…

Para mí fue muy doloroso e impactante la presencia de tantos perros en las calles. La primera vez que los ví me eché a llorar, me rompía el corazón ver a estos seres tan especiales llenos de mugre, comidos por la sarna, cojos, e incluso sanos, cachorros, lleno de vida, deambular por las calles…. pero esas calles estaban llenas de basura, polvo, y pobreza… ellos comparten la misma situación que los humanos. Mis queridos sobrinos ( preciosos devotos de Krishna) me contaron que en la cultura hindú a todos los seres vivos se les respeta porque tienen alma, esencia, y sienten, y por ellos no se les maltrata y se practica el vegetarianismo. Además ellos creen en el karma y la reencarnación, con lo cual…¿quien te dice que ese perrete que ves mendigando a tu lado no es un familiar tuyo?.

Esta idea me consoló, pensar que son respetados como seres vivos con alma, que seguían el mismo ritmo que todos los humanos que viven el dia a dia, pero sobre todo, para mi, que viven en Libertad….